LOS ÉXITOS DE 2019
Cuando sólo tenía 11 años, tuvo lugar el encuentro que definirá en él la decisión de sacrificarse con empeño y humildad, para labrarse su propio espacio en el mundo del automovilismo, intentando competir con el objetivo de alcanzar algún día los niveles más altos.
Conoció a través de las redes sociales a Ivan Bresaola, el Presidente de la Patrulla Acrobática 75, un personaje muy conocido en el mundo del deporte como competente organizador de cursos de Drift.
Valentino en ese momento es todavía un «lienzo en blanco» y su nuevo Tutor pronto se convierte en su pintor.
El entusiasmo de Valentino es tan convincente que su padre decide asumir la responsabilidad de inscribirlo en un curso organizado por el propio Bresaola, a pesar de que el joven talento es todavía tan pequeño de no lograr tirar el freno de mano mientras conduce para hacer girar transversalmente el proprio coche.
A pesar de las diversas dificultades relacionadas con su edad, su pasión y sus habilidades son tan evidentes que su padre (Alessio Gambarotto n.d.r.) decide invertir más en él para el decimotercer cumpleaños de su hijo, proporcionándole una buena cantidad de dinero para comprar un espléndido coche de carreras BMW, e36 325i con un motor de 170 CV.
Ese regalo inesperado y al mismo tiempo maravilloso coronará definitivamente la pasión de Valentino para proseguir su carrera automovilística deportiva con absoluta determinación.
«Conseguir a realizar los propios sueños en la vida gratifica a cualquier ser humano, pero conseguir ayudar al propio hijo en la realización de su gran sueño, dando rienda suelta a su talento y dedicándole mucho tiempo, dinero y mucha confianza paciente, deja de ser una simple gratificación para convertirse en la realización de una meta que enmarca la palabra “Amor” entre padre e hijo.»
Alessio G. (padre de Valentino)